sábado, 1 de septiembre de 2007

Para acabar el desempleo

Para acabar el desempleo
Francisco Javier Chaín Revuelta


Neoclásicos amantes del libre mercado no sólo atacan la intervención estatal sino también a sindicatos que acusan de monopolios de la fuerza de trabajo que provocan el alza de salarios y desmerita competitividad. Sindicatos y empresarios luchan cada cual por el mismo objetivo de maximizar su ganancia. Al elevado nivel del salario los neoclásicos achacan el desempleo. Keynes opuso a esta teoría la intervención estatal cuya tarea sería intervenir en el mercado para reducir el desempleo.

Pero la derecha (fluctuante entre neoclásica y keynesiana) que tiene copada las tomas de decisiones en este país, desarrollan sus políticas al margen de la teoría marxista. Como avestruces no quieren sacar el pescuezo del agujero en que tienen metida la cabeza. Hacen de cuenta que Carlos Marx ni siquiera existió creyendo falsamente que así podrán no sólo salvar el pellejo sino también mantener sus privilegios y la organización jerárquica que agobia a las sociedades. El desempleo sólo acabará cuando se liquide el capitalismo, que esperamos sea más pronto de lo previsto.

Para Marx, “Los cambios que se producen en la esfera de la producción son los que determinan los cambios en la esfera de la circulación." Para Marx el desempleo es inherente del sistema capitalista. Los capitalistas en su afán de aumentar sus ganancias tratan de aumentar la rentabilidad invirtiendo cada vez más en capital fijo, ya sea mediante la introducción de equipos más modernos, nuevas tecnologías y métodos, con lo que la tasa de crecimiento del nivel de empleo va disminuyendo, es decir, la demanda de trabajo depende del capital variable. Por tal razón plantea que una parte del desempleo es estructural, pero a la vez existe un desempleo coyuntural, provocado por las crisis cíclicas propias del sistema, constituyendo una necesidad del mismo de contar con un ejército de obreros para los períodos de expansión económica y para que ejerzan presión a la baja de los salarios.

Esta superpoblación excedente relativa la subdivide en: flotante, intermitente, latente y crónica. La acumulación del capital es un proceso profundamente contradictorio. Por una parte, la acumulación del capital es fuente de progreso de la producción, del desarrollo y perfeccionamiento de las fuerzas productivas de la sociedad capitalista. Por otra, va acompañada del incremento de la explotación de los trabajadores, del desempleo, del empeoramiento de la situación tanto de los parados como de los que tienen trabajo. Al respecto Marx escribió: "Cuanto mayor es la riqueza social, el capital en funciones, y la intensidad de su desarrollo y mayores por tanto, la magnitud absoluta del proletariado y la fuerza productiva de su trabajo, mayor es también el ejército industrial de reserva. La fuerza de trabajo disponible se desarrolla por las mismas causas que la fuerza expansiva del capital. La magnitud relativa del ejército industrial de reserva crece, por consiguiente, conforme crecen las potencias de la riqueza. Pero cuanto mayor es este ejército de reserva en comparación con el ejército obrero en activo, mayor es la masa de superpoblación consolidada, cuya miseria está en razón directa a su tormento de trabajo. Y, finalmente, cuanto más crece la miseria dentro de la clase obrera y el ejército industrial de reserva, más crece también el pauperismo oficial.” fjchain@hotmail.com

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