sábado, 8 de septiembre de 2007

Boabdil Abú Abdala

Boabdil Abu Abdala
Fco. Javier Chaín Revuelta

La cultura árabe sigue vigente como punta de lanza de la imaginación e inventiva humana. Si la reciente sentencia de Saddam Hussein “la Madre de todas las batallas” es referencia citada millones de veces por los medios de información del mundo entero, la vieja sentencia de la inteligente Aixa, Sultana de Granada y madre del rey Boabdil Abu Abdala, sigue resonando, más de quinientos años después por el mundo entero, incluido, por supuesto, el pequeño y rojo mundo veracruzano.

El periodista Armando Landa A. informó el 7 de Septiembre que el principal comunicador del palacio estatal se dirigió, queriendo simular a Aixa, a los partidos políticos de oposición, como si estos fueran Boabdiles, con pretensión de persona ilustrada: “No hay que llorar como mujeres, lo que no se supo defender en las urnas” Lo que no sabe, tan "ilustre" político y "chayotes" que lo siguen, que los expertos arabistas granadinos atribuyen como la frase que Aixa dirige a Boabdil es: "Llora como cobarde lo que no defendiste como hombre"

Frase que es muy diferente a la analogía del político declarante, que demuestra en este caso total ignorancia del idioma de Mohamed. La deformación que repite este funcionario parte de los historiadores católicos que españolizaron la expresión original a su servicio, ajustándola a su equivocado pensamiento, injusto y denigrante, para sus mujeres. El trato que los católicos y occidentales dan, hasta la fecha, a sus propias mujeres e hijas es violento, ilegal, insultante y atenta a todo derecho humano.

Igual le pasa a los locutores del monopolio televisivo. Hace algunos años, uno de esos locutores típicos cuya dignidad y honor llega sólo a la frontera que les marca su patrón, en famosa entrevista a Inkram Antaki (Que Álah, el Magnánimo, tenga en el Paraíso) le decía que ella al haber nacido en Damasco, estudiado en La Sorbona e impartir ahora cátedra en la UNAM, de alguna manera se había librado del sometimiento a que los árabes realizan con las mujeres. Inkram, tan inteligente y liberada al igual que Aixa o Sherezada (Heroína árabe que no tiene par en la literatura occidental) le contestó con esa si fiel y tradicional cortesía oriental, que tenía razón, que en Damasco la mujer no existía, que la mujer no tenía ningún derecho ni ninguna obligación, pero que en México las mujeres estaban en peor condición ya que no tenían aquí ningún derecho pero si todas las obligaciones. Angélica Salmerón Hernández nos informa (sep/8) que Marta Mendoza Parisi del Instituto Veracruzano de las Mujeres lamentó que funcionarios del gobierno y la sociedad veracruzana en general sigan poseyendo equivocados juicios que insultan a las mujeres. En una memorable conferencia la doctora Rosario Amieva González, en la casa Zevallos, frente al zócalo cordobés, ya aclaró a quienes la escucharon, que los que piensan que las diferencia entre géneros va más allá de los órganos sexuales, viven en prejuicio.

Así como los historiadores castellanos deformaron lo dicho por Aixa, el comunicador del palacio estatal vuelve a equivocarse al atribuir a sus opositores lágrimas cuando los medios no dicen que alguien ande llorando, lo que dicen es que andan denunciando una elección de estado que impugnarán (sin esperanza, claro) ante la autoridad correspondiente que siempre estará al servicio quien la pone y paga. fjchain@hotmail.com

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