viernes, 31 de agosto de 2007

La realidad no espera

La realidad no espera
Francisco Javier Chaín Revuelta


Con el objetivo de reducir las tasas de desempleo a los niveles más bajos posibles en el más corto espacio de tiempo posible, Keynes se concentró en un conjunto de políticas que, según él, deberían ponerse en práctica por la sociedad, y más particularmente por el Estado.

Desde este punto de vista, Keynes creía que, en tiempos de crisis, no había tiempo para esperar que las fuerzas de mercado se pusieran a corregir por sí solas los desequilibrios, y defendió públicamente la necesidad de que el Estado tomara cartas en el asunto y se encargara él mismo, directamente, de dirigir la economía hacia la dirección adecuada. A falta de una demanda de mercado espontánea suficiente, proponía que fuera el Estado el que completara su insuficiencia con una demanda pública adicional destinada a favorecer las ventas y la producción de las empresas (es decir, el empleo). De todos es sabido que las recetas de Keynes fueron a la vez monetarias y fiscales. De hecho proponía simplemente que el Estado gastase más sin necesidad de recaudar más impuestos, sino mediante la estrategia de incurrir en déficits públicos sucesivos, directamente financiados por nuevas emisiones monetarias. Keynes introdujo en su teoría general la categoría del desempleo involuntario, que hasta ese momento no era tratada por los neoclásicos, pues estos defendían la teoría del profesor Pigou del desempleo voluntario. Aunque esta categoría resultara novedosa para el mundo económico burgués, esta ya había sido tratada por Carlos Marx cuando definió el ejército industrial de reserva. Los análisis de Keynes parten de la demanda, desde el punto de vista metodológico, igual que los marginalistas. Acepta al pie de la letra la ley de los rendimientos decrecientes y utiliza hasta las últimas consecuencias los problemas del margen (propensión marginal a consumir, eficacia marginal del trabajo, etc.)

El modelo keynesiano es considerado como un modelo cortoplacista, inflacionario y deficitario. Estas mismas características hicieron que muchos lo consideraran como un fracaso para los años posteriores a la crisis. Los neoclásicos siguieron desarrollando sus teorías, perfeccionándolas y adaptándolas a las nuevas condiciones, ejemplo de esto lo constituye la curva de Phillips y las modificaciones de esta curva realizada por Friedman y Phelps.

El Estado es, según los neoclásicos, una fuerza intervencionista y distorsionante porque con sus regulaciones y leyes -siempre excesivas, a juicio de estos autores-, impide que se forme en el mercado de trabajo, un verdadero precio libre. Al imponer salarios mínimos, subsidios y otras protecciones frente al desempleo, al regular de forma intervencionista el mercado de trabajo, los derechos de huelga y despido, la contratación colectiva, etc.; al actuar, en suma, como un Estado de bienestar (en la expresión favorita de los keynesianos), y no como un simple Estado liberal; en realidad lo que hace el Estado es contribuir a elevar artificialmente el precio del mercado de trabajo (es decir, la tasa salarial) por encima del nivel que correspondería a los fundamentos internos de la economía (es decir, al funcionamiento libre y flexible de este mercado). Sin embargo, para reducir el desempleo, la realidad no espera a nadie, ni a neoclásicos, ni a keynes, ni a gobernantes ineptos, ni elecciones de más ineptos. El hambre busca soluciones propias, la mayoría innombrables aquí, por aquello de las “buenas conciencias” sólo podremos citar como políticas de sobrevivencia: Migración, ambulantaje y piratería. fjchain@hotmail.com

jueves, 30 de agosto de 2007

¡Que verde era mi ejido!

¡Que verde era mi ejido!
Francisco Javier Chaín Revuelta


Para aquellos que piensan que con robarse otro ejido para “parque industrial” y ser tapete de maquiladoras y franquicias “resuelven el empleo y salvan la patria”, no saben (ni sabrán) que ni el propio Keynes ni los neoclásicos pudieron tener respuesta. Si Keynes opuso a la teoría neoclásica la concepción de considerar que el nivel de empleo se determina y resuelve dentro de las relaciones bilaterales con los obreros y empresarios, su errada convicción condujo a pensar que los trabajadores podían encontrar empleo si aceptaran una reducción de sus salarios reales.

Estas generalizaciones fueron enmendadas por Marx y Engels, el marxismo había incentivado la necesidad de analizar las leyes de cada modo de producción. Desde este punto de vista, la oferta no puede crear su propia demanda en el modo de producción capitalista, debido precisamente a su propia ley fundamental. Es decir, antes de que una crisis de proporciones universales, como la del 29 al 33, hubiera evidenciado que la oferta no crea su propia demanda, ya esta ruptura había sido descubierta por Marx y Engels. Keynes se dio cuenta de que el enfoque neoclásico era excesivamente microscópico, y quiso contribuir con un punto de vista complementario, que él llamó macroscópico.

Para Keynes, no eran los elevados salarios la causa del masivo desempleo involuntario que existía en Inglaterra, en los Estados Unidos, en Houston del Sureste, y en otros países desarrollados en la época de Gran Depresión. La verdadera causa había que buscarla en un problema de insuficiencia de demanda agregada, y, fundamentalmente, en el componente más volátil de la misma, que era la inversión privada de los empresarios. Keynes se dio cuenta de que la inversión empresarial dependía de lo que él llamaba el estado de ánimo de los capitalistas, y de que éste se formaba de acuerdo sobre todo con las expectativas de beneficio (de rentabilidad) que ellos mismos se hacían --sobre la base de un complejo entramado de razones, donde operaban factores de tipo subjetivo y objetivo al mismo tiempo--; y, finalmente, de que muy bien pudiera ocurrir que ese estado de ánimo fuera más bien depresivo debido a las pobres expectativas, provocando un bajo nivel de inversión, disminuyendo con ella, la demanda de trabajo por parte de los empresarios capitalistas. Estas nuevas ideas de Keynes también lo condujeron hacia un tipo de recetas muy distintas de las que propugnaban los neoclásicos. Puesto que el problema era de demanda agregada, y más concretamente de la inversión privada, de lo que se trataría, según él, es de reactivar la deprimida demanda poniendo fin a las causas de esa depresión. Para ello, a largo plazo se trataría de reproducir las condiciones de confianza empresarial que llevaran a la clase capitalista de forma espontánea a generar el nivel de inversión suficiente como para impulsar la recuperación, que vendría seguida por un nuevo aumento de la producción y de la oferta, y, por consiguiente, del empleo.

Pero Keynes estaba mucho más interesado en el corto que en el largo plazo, partiendo del supuesto de que mañana todos estaremos muertos, se concentró en las medidas necesarias a corto plazo. Un conjunto de políticas que, según él, deberían ponerse en práctica por la sociedad, y más particularmente por el Estado, con el objetivo de reducir las tasas de desempleo a los niveles más bajos posibles en el más corto espacio de tiempo posible ¿Será posible? ¿Conoce desempleados que voten por Keynes? fjchain@hotmail.com

sábado, 25 de agosto de 2007

Los desempleados

Los desempleados
Francisco Javier Chaín Revuelta


Cuanto mayor es el ritmo de la acumulación capitalista mayor es el excedente o sobrante de trabajadores. La población obrera sobrante de la acumulación capitalista se genera por dos vías: el despido de los obreros que antes tenían trabajo, y la imposibilidad de conseguirlo por una parte de los nuevos contingentes de trabajadores. Es importante señalar que los procesos no se enmarcan en una situación de crisis, sino que resultan del proceso natural de acumulación capitalista. Y como los nuevos capitales invertidos son, en última instancia, resultado del trabajo acumulado, es la clase obrera, con su trabajo, la que genera las condiciones para su futuro desempleo.

El siempre exacto Marx denomina a la "población obrera sobrante" Ejército Industrial de Reserva (EIR). Su primera función es deprimir los salarios: una alta dotación de mano de obra desocupada o subocupada presiona a la baja de los salarios, por existir gente disponible a trabajar por menores salarios. Su segunda función es la de reserva, ya que en los momentos de expansión de la economía, siempre habrá disponibilidad de mano de obra que, de no haberla, presionaría a los salarios al alza. En períodos de crisis, el EIR, integrado hasta ese momento por desplazados de la acumulación o buscadores de trabajo por primera vez que no consiguen empleo, se incrementa en volumen con el ingreso de todos los trabajadores desplazados por las empresas cerradas en las crisis. En definitiva, el desequilibrio del mercado de trabajo es la sumatoria de un componente estructural (modelo de acumulación) y un componente coyuntural (crisis cíclicas).

El EIR tiene cuatro componentes: Los desempleados propiamente dichos, es decir, la superpoblación excedente relativa (SER) flotante, por su entrada y salida del mercado de trabajo. Seria el desempleo abierto. Los que tiene trabajo esporádico, en malas condiciones y por ende siempre están dispuestos a ingresar al trabajo formal. Son los precarios e informales que Marx llamó SER intermitente. Los que están en sectores que serán destruidos y están en espera de ser reserva. Marx los llamó SER latente. Los desplazados definitivamente, es decir, los desocupados crónicos.

El criterio neoclásico defiende la mano invisible, donde de forma automática los mecanismos del libre mercado regulan la igualdad entre la oferta y la demanda de trabajo, manteniendo la economía en el equilibrio de pleno empleo. Para sus representantes los altos salarios provocaban un aumento de la oferta de trabajo, estos eran rígidos debido a la intervención del Estado y de los sindicatos y por tanto eran los causantes principales del desempleo. En la década del 30 el mundo capitalista se vio afectado por la crisis más grande hasta ese momento y la teoría neoclásica no tuvo respuesta para fenómenos del XX. Nuestros candidatos tampoco tienen respuesta a no ser propuestas esclavistas o del medioevo que pretenden mantener señores feudales con derecho de pernada.

Saber que alguna vez la población llevará, mas temprano que tarde, de cualquier manera, la imaginación al poder, es un aliento. Ahí los privilegios serán comunes y no sólo para un puñado de cínicos capitalistas que con violencia “legal” se apropian sin derecho del trabajo popular y comen gracias al sudor del pueblo. fjchain@hotmail.com

viernes, 24 de agosto de 2007

Regreso a clases

Regreso a clases
Francisco Javier Chaín Revuelta


Para entender el empleo hay que conocer la realidad. Durante los períodos de gran expansión del capitalismo se dio el proceso en que todos los años entraban a trabajar más obreros que el año anterior, y por tanto, llegó forzosamente, más temprano que tarde, un momento en que las necesidades de la acumulación comenzaron a exceder la oferta normal de trabajo y, por lo tanto, se empujó al alza los salarios.

Los salarios tienen una relación inversa con las ganancias de los capitalistas o empresarios, pues el aumento de los salarios genera una baja de la tasa de ganancias. Esta situación trae como consecuencia que los empresarios tengan que decidirse entre invertir más o no. Si toma la primera opción el volumen global de ganancias obtenidas puede compensar la disminución porcentual de la tasa de ganancia y, la disminución de la inversión capitalista inicia un ciclo descendente de la economía, un excedente de trabajadores y, finalmente, una baja de los salarios y una recuperación de la tasa de ganancias.

Las crisis son el mecanismo propio del capitalismo de generar desempleo coyuntural, y así, bajar los salarios y mantener las ganancias. Pero ello no alcanza, es decir, en el propio proceso de acumulación debe existir un mecanismo de ajuste de la relación salario-ganancia y no esperar hasta que el ajuste los provoque la crisis. La competencia entre los capitalistas los lleva a la búsqueda del abaratamiento de las mercancías.

Esto se consigue logrando una mayor productividad del trabajo. Pero si en este proceso, las nuevas inversiones generan empleo y favorecen las condiciones de la clase obrera para pelear por aumentos salariales y por mejoras en las condiciones de trabajo, entonces la nueva situación determina que la productividad tienda incluso a bajar. Lo anterior es uno de los factores que llevan a los capitalistas a invertir de manera creciente en capital constante, maquinarias, nuevas tecnologías, métodos modernos de producción, etc. En otras palabras, la búsqueda de mayor productividad no se basa en la fuerza de trabajo, generando un cambio casi permanente en la composición orgánica del capital. Por esta razón, no se produce un aumento proporcional de la demanda de trabajo, sino por lo contrario, una disminución progresiva. El municipio, por ejemplo, no contratará policías cada vez más caros, invertirá en tecnología de videovigilancia como anunció Orwell. No se puede hablar de competitividad y más productividad si se aumenta el número de empleos y mucho menos si esos empleos son de salarios altos. Incluso como paradoja, los candidatos a puestos de gobierno, prometen subir salarios y al mismo tiempo prometen bajar el suyo. Es claro que la demanda de trabajo no depende del volumen del capital total sino solamente del capital variable, disminuye progresivamente a medida que aumenta el capital total, en vez de crecer proporcionalmente en relación con este. Marx señala que aunque el aumento del capital total supone también un crecimiento del capital variable (y la demanda de fuerza de trabajo que este representa), y este ritmo de crecimiento comienza a ser menor que el de la población obrera y, por tanto, surge un excedente o sobrante de los trabajadores, que tiende a ser mayor cuanto mayor es el ritmo de la acumulación capitalista. La acumulación capitalista (algunos atreven llamar “desarrollo”) sólo provoca más desempleo y peor calidad de vida. En lugar de abrir la boca para tonterías, los candidatos, si tienen remedio, como escolares, primero deben regresar a clases. fjchain@hotmail.com

domingo, 19 de agosto de 2007

Buenos días don Francisco

Buenos días don Francisco
Francisco Javier Chaín Revuelta


Y la lucha del partido antirreeleccionista inició cuando el triunfo de Madero como presidente electo fue desconocido por el régimen prianista de Díaz. “Sufragio Efectivo” o “voto por voto” fue lema ganador y luego luego, enseguida, asesinado por Huerta, el usurpador financiado y apoyado por el gobierno de Estados Unidos.

Cuando el cometa Halley fue visto en México en 1910, poeta y guitarra vibraron: “Cometa, si hubieras sabido / lo que venías anunciando, / nunca hubieras salido / por el cielo relumbrando; / no tienes la culpa tú, / mi Dios, te lo ha mandado.” En este primer verso, el poeta, como vocero del pueblo, de Dios, de las adivinaciones y de las profecías, no se sustrae al mandato divino de hacer la Revolución. La Revolución es mandamiento que Dios anuncia a través del cielo.

El segundo verso también es celestial al pedir para Madero bendiciones a la Virgen Morena: “¡Ay que Madero tan hombre, / bonitas son sus aiciones! / Mandó a los cabecillas / echar fuera las prisiones. /¡Madre mía de Guadalupe, / llénalo de bendiciones!

Ya para el tercer verso aparece quien tiene que aparecer, el infaltable Águila, que mucho tiene que ver con el cielo donde residen sus alas. Cita este verso también al gobernante camandulero: “Porfirio está retratado / con su águila y su letrero / y en el letrero diciendo: ¡No pudiste con Madero, / con otras habrás podido, / porque eres camandulero!”

Camandulero se escucha muy poco por las grandes montañas, lo mismo que bellaco; ahora se prefieren otros sinónimos como truhán, embaucador, embustero, tramposo, fraudulento, mañoso o marrullero. Claro está que caballeros que sueñan con Estados Unidos y viven en Houston Southeast, dicen “sly” o “slier” que se les hace más “náis”

En cuarto verso no lo dice pero se infiere que Dios pone y Dios dispone. Díaz quiso, como el prian y sus partidos satélites, seguir en el poder sin acatar su divina responsabilidad, y en ello el poeta descubre que dejar el poder causa dolor en el corazón: “Porfirio es el responsable / de todita la Nación, / no quiso doblar las manos, / que hubiera revolución, /no quiso entregar la silla, que le dolía el corazón.”

Después de los argumentos viene la lógica decisión de sumarse a la lucha contra extranjeros y sus aliados que no respetan el sufragio efectivo y hacen malas cuentas con los votos: “¡Y achí y achí!, ¡qué bonito / está lloviendo en el cerro! / Ensíllenme mi caballo, / yo ya me voy con Madero, / porque me esperan las tropas / y fuerzas del extranjero.”

Y para despedirse poeta y guitarra nos deja un sabor a patria, cantando por un nuevo amanecer donde el país siga luchando por el efectivo sufragio: “Aquí va la despedida / con cariño verdadero, / Estas son las mañanitas de don Francisco I. Madero. / ¡Qué vivan los mexicanos! / ¡Qué viva México entero! fjchain@hotmail.com

sábado, 18 de agosto de 2007

Debate sobre el empleo

Debate sobre el empleo
Francisco Javier Chaín Revuelta

Se observa que los candidatos sólo medio saben mercadotecnia y publicidad no-biodegradable. Aptitudes para cualquier otra materia no poseen. Temas de política económica del bachillerato de plano no conocen ni conocerán porque andan “ocupados”. El partido o la fidelidad se han encargado de borrarles para siempre el casete del bachillerato. La única canción que pueden tocar es aquella que repite, en la radio o con altavoces desde un auto que recorre la ciudad, que fulano o sutano ganará.

Esta afirmación de ignorancia de los candidatos es fácil demostrarla, basta escucharlos hacer el ridículo al proponer como solución del empleo o como reducción del desempleo la creación de parques industriales y facilidades a los inversionistas. Con tales declaraciones nadie les puede creer a algunos candidatos su decir de ser empresarios, si lo fueran sabrían que si no hay mercado, si no hay a quien vender, si no hay buena ganancia, pues simplemente no hay ni habrá inversiones aunque haya facilidades y parques dizque industriales. Cualquiera sabe que el problema de la economía no es de producción sino de mercado. Cualquiera puede producir viajes aéreos pero no cualquiera venderlos.

Para hablar con verdad hay que saber la realidad. Marx anduvo el camino que conduce a conocer las relaciones económicas de las sociedades. Marx trata del problema de empleo a partir del análisis del proceso de acumulación capitalista. La acumulación capitalista genera un proceso de exclusión de mano de obra que tiende a formar una reserva permanente de personas, a través de una progresiva sustitución de mano de obra por maquinaria, lo que coincide con las ideas de Ricardo sobre la introducción de nuevas maquinarias. Ello posibilita frenar la tendencia alcista de los salarios, promotora de una demanda de mano de obra que creciera al mismo ritmo que la acumulación.

Dicha reserva de mano de obra sirve como reserva en sí misma para los períodos de expansión capitalista y a la vez como mecanismo de presión para la baja de los salarios. La acumulación genera un excedente de mano de obra, pero a la vez, precisa de él para continuar la acumulación: es causa y condición de la acumulación capitalista. Dice Marx en El Capital: "el incremento del capital lleva consigo el incremento de su parte variable, es decir, de la parte invertida en fuerza de trabajo. Una parte de la plusvalía invertida en fuerza de trabajo. Una parte de la plusvalía invertida necesariamente tiene que volver a convertirse en capital variable o en fondo adicional de trabajo. Si suponemos que, sin alterar las demás circunstancias, la composición del capital permanece invariable. Es evidente que la demanda de trabajo y el fondo de subsistencia de los obreros crecerá en proporción al capital y con la misma rapidez con que este aumente. La acumulación del capital supone, por tanto, un aumento del proletariado." Aun peor si se cumpliera la amenaza de los candidatos. Al “lograr” mayor acumulación de capital, aumentaría aun más el proletariado, el desempleo y bajarían aún más (¿se puede?) los salarios. Mejor se quede todo como está, sin proletarios. Todos los empleos se fueron a USA. Con el 10% de sus ingresos que envíen alcanzan para los gastos de campaña y para los próximos festejos por el maltratado de Córdoba, el bicentenario de la “Independencia” y el centenario de la “Revolución”. fjchain@hotmail.com

sábado, 4 de agosto de 2007

El emperador

El emperador
Fco. Javier Chaín Revuelta

De muy joven fue alférez del regimiento provincial de Valladolid. Al servicio de la Real Audiencia participa en el motín (1808) contra el Virrey Iturrigaray y el Ayuntamiento cuando establecían la soberanía de México en un Congreso Nacional. Participó también en la conspiración de Michelena (1809). Combatió contra los revolucionarios levantados por Hidalgo y Morelos. Como teniente coronel, en 1814 es puesto al frente de las provincias de Guanajuato y de Valladolid y del ejército del Norte. En 1816 es depuesto del cargo por crueldad y malversación de fondos.

Cuando en 1820 se restableció en España la Constitución de Cádiz, el virrey Apodaca, la Real Audiencia, el alto clero y otros “notables” conservadores (la partidocracia de la época) conspiraron para encargar a Iturbide Aramburu se mezclara con los revolucionarios guerrilleros para declarar una “independencia” del reino de México y evitar así la constitución liberal que no convenía a sus privilegios y conservadores intereses.

Atraídos y engañados los revolucionarios Guerrero y Ascensio les imponen el plan de Iguala (24/feb/1821) en el que se proclama la “independencia” de México y se adopta como régimen de gobierno una monarquía hereditaria. Igualmente se declaraba como religión oficial la católica y se dispone que se respeten todos los derechos del clero. El mismo plan se ratifica (24/8/1821) en Córdoba con un tratado –ahora más turístico que glorioso.

El 23 de septiembre de 1821 entra Iturbide en la capital México con su llamado ejército trigarante. Con ello México adquiría, según dicen, su “independencia política”. Habiendo sido nombrada una Junta de gobierno, compuesta de 28 personas, ésta lo elige su presidente. Meses más tarde (18 de mayo de 1822), Pío Marcha lo proclama públicamente emperador de México, proclamación ratificada dos días más tarde.

El 21 de junio se llevó a efecto su coronación solemne. Pronto surgieron los desacuerdos entre la Junta y el emperador, lo que le obligó a prescindir de dicho organismo. Los revolucionarios volvieron a la guerra. El coronel Santa Ana proclamó la República el 2 de diciembre, mientras Guerrero hacía lo mismo en el Sur.

Para el 20 de marzo de 1823 abdicaba ante el Congreso, el cual le ordenaba que saliese del país y, al mismo tiempo, anulaba el Plan de Iguala y los tratados de Córdoba. El 20 de agosto llega a Italia, de donde pasará a Inglaterra. Una nueva resolución del Congreso le declara fuera de la ley y le condena a muerte. El 14 de julio de 1824 arriba nuevamente a México, dispuesto a seguir la lucha por el poder. Descubierto al desembarcar es enviado a Padilla, donde el Congreso del Estado de Tamaulipas, ordenó que fuese inmediatamente ejecutado. De Iturbide queda un busto en el zócalo de Córdoba, sus cenizas en la capilla de San Felipe de Jesús de la catedral de México, y su ideología en todos los partidos políticos –sin excepción. En toda esa real partidocracia derechista que tiene sometido al pueblo mexicano en la peor de las dictaduras y en la más cruel de las miserias mientras tiran el dinero público a raudales en inútiles campañas. fjchain@hotmail.com (070804)

viernes, 3 de agosto de 2007

La presidenta ocupada

La presidenta ocupada
Fco. Javier Chaín Revuelta

La historia Gas Station incorpora a Yolanda Monluí Fernández ocupadísima buscando resolver problemas y tratando conciliar encontrados intereses. La presidenta además ha tenido que ocuparse de escribir a Gerardo Buganza Salmerón a través de inserción pagada a toda plana. También ha tenido que revisar el párrafo sexto del artículo 27 constitucional para saber si esa es la razón por la cual la Legislatura del Estado sigue sin autorizar el convenio con Proenermex que el ayuntamiento les envío desde hace cuatro meses.

Además también distraen su atención todos los preparativos de los festejos del 24 de agosto que ya están prácticamente encima y hasta el momento nadie ha podido encontrar el acta original del famoso y glorioso “Maltratado de Córdoba”, por lo que ha tenido que ocuparse de autorizar e instruir que se exhiba un “facsimil” o copia de dicho documento.

La nota sugiere que, en su caso, se puede exhibir una copia del Plan de Iguala, que aunque anterior al “Maltratado” propone las mismas incongruencias como declarar la “independencia” entregando el reino al absolutista Fernando y declarando la religión católica como única y verdadera. Por esas dos propuestas tan “avanzadas” algunos cronistas historiadores consideran a Iturbide como el primer fiel prianista del reino de México.

Aparte de lo anterior la señora presidenta ha tenido que supervisar la instalación de videocámaras de vigilancia en los lugares más secretos y estratégicos de este pueblo. Para ello también tuvo que ocuparse de cubrir la necesidad de leer el libro “1984” de George Orwell para comprender mejor el gran servicio que el espionaje público brinda a la sociedad y poder seleccionar las calles y los puntos precisos a vigilar.

Otra de las ventajas prácticas de las videocámaras callejeras es que Octavio Lara Baéz ya no tendrá necesidad de tomar fotos desde la banqueta corriendo el riesgo que de ser manoteado por alguna marchista, por alguna señora que en uso de su derecho de reunión, sale con sus vecinas a la calle con mucho valor civil a expresar sus ideas y contribuir con propuestas de un mundo mejor y de un mejor ambiente.

Los anteriores asuntos más otros tantos que se acumulan a los de cada día, tienen tan ocupada a la alcaldesa que la nota predice que fallará a su promesa (“Hablaré del tema con García Carrera y planearlo a los ediles, para saber su opinión al respecto”) que hizo a los vecinos el 10 de julio de 2007 cuando le pidieron, cara a cara, revocación del permiso del uso del suelo para la instalación de una gasolinera en la avenida 9 y calle 4.

Hasta la fecha nada indica que realice su promesa. Con tantos asuntos y campañas que la mantienen tan ocupada, no es necesario ser Nostradamus para predecir que no le alcanzará el tiempo en el cargo para saber de la gas station, pero se augura que será la candidata del prian a diputada allá por el 2010, y para entonces con seguridad incorporará como promesa de campaña por el distrito XVI derribar la gas station para en su lugar instalar un parque recreativo infantil con canchas deportivas y toda la cosa. fjchain@hotmail.com (070803)