sábado, 22 de septiembre de 2007

Regreso del Perro que ladra a la Luna

Regreso del Perro que ladra a la Luna
Fco. Javier Chaín Revuelta

En la sangre real y heroica de los seres vivos de la patria cordobesa se pueden hallar grandes linajes y alcurnias como plomo y DDE. La sangre real cordobesa, como otras sangres reales indican a sus nobles portadores leucemia, graves enfermedades y muertes. Las reales enfermedades de tan distinguidos cordobeses se especula provienen de las gasolinas y del pentaclorofenol. La demostración científica se debe a los análisis a cargo de la Comisión de Cooperación Ambientales (CCA) y confirma lo que toda la región ya sabe desde hace 16 años a partir del holocausto de Anaversa.

Todo indica que dentro de algunos cientos de años, los cordobeses del futuro, podrán por fin saber el nombre de los culpables que autorizaron el uso del suelo a Anaversa, y después de un justo juicio, se logrará que al culpable, mientras tanto le llega definitiva sentencia, le dicten arraigo domiciliario para que no pueda salir de su tumba ni por el pan ni por el privilegio de respirar los residuos de DDE que flotan en el ambiente.

Pero eso ya no preocupa tanto a las autoridades municipales. Lo que más les preocupa a los municipales es continuar no con su notoria vocación (que ya conocemos) sino con su vocación de notaría preocupada sobre la propiedad del predio donde, hasta antes de la tragedia, funcionó el criminal almacén de Anaversa. ¿A quien pertenece la ruina contaminada donde funcionó Anaversa? Eso es muy fácil de saber, basta ir a consultar el registro predial del municipio e incluso saber a cargo de quienes se pagan los prediales y pagos correspondientes al servicio de irles a recoger la basura.

Los municipales y asociados mostraron tanto beneplácito por la posible reapertura de la investigación sobre esta mortal tragedia que ya se apresuraron a solicitar al gobierno federal que “se sume a la realización de los estudios toxicológicos y de suelo que se requieren en el predio, ubicado en La Estación” Manifestaron “que los resultados del estudio presentado por la Comisión de Cooperación Ambiental, representa una “esperanza” para que se reabra el caso de la explosión de Agricultura Nacional de Veracruz S.A. (Anaversa) registrada el 3 de mayo de 1991.”

“La inquietud y urgencia” de los municipales de que “las ruinas de la empresa en cuestión de nuevo sean analizadas para determinar si están contaminadas o no” Servicios de Salud de Veracruz dicen que “tomarán en cuenta la petición del ayuntamiento”. Para Nostradamus no hay misterios, profetiza que aunque el predio esta por siempre infectado, se declarará libre de polvo, paja y dioxinas; Habrá cambio de propietario hacia quien “le echó ya el ojo”. Basado Nostradamus en que la libertad de expresión es muy, pero muy, variable, Monluí y Huerta buscarán por el planeta, con migración e interpol si es necesario, a las periodistas españolas que realizaron el video documental sobre Anaversa “El perro que ladra a la luna” para que ahora sí, con el honorable permiso municipal, lo exhiban a bombo y platillo, coctel y ambrigú, en el digno escenario del Teatro Pedro Díaz. fjchain@hotmail.

No hay comentarios: