lunes, 10 de septiembre de 2007

Jurakán, Corazón del Cielo

Columnas y cartones
Jurakán, Corazón del Cielo
Fco. Javier Chaín R. /El Mundo de Córdoba
México10 de septiembre, 2007
Sobre advertencia, versión y vocabulario de Albertina Sarabia E. acerca de las antiguas historias de los indios quichés de Guatemala que forman el libro llamado Popol Wuj trata esta nota. Dichas historias las encontró en Chichacastenango allá por el siglo XVII fray Francisco Ximénez quien a su religiosa manera se tomó el trabajo de ponerlas en castellano. El texto que Albertina organizó como Popol Wuj para una casa editora de la ciudad de México fue originalmente compilado por Diego de Reynoso. El Popol Wuj como se sabe, trata del eterno y constante tema sobre la creación del mundo y del hombre. ¿Cuántas creaciones del mundo y del hombre Usted conoce?
Aquí no se discutirá la creación porque no hay superhombres ni seres biológicamente diseñados o programados para resolver el problema de la existencia y origen de las estrellas y mundos. La nota tampoco tiene interés en hacer negocio con la natural credulidad de los humanos o adquirir alguna franquicia divina que pretenda vender alguna solución a tan tremendo algoritmo. El propósito es muy modesto, sólo señalar (estos días de aguas) que la palabra huracán es una aportación de la cultura Maya Quiché al vocabulario globalizado del Atlántico y citar algunas referencias de lo rescatado a los más antiguos caribeños huracanados.
“Se manifestó la creación de los árboles y de la vida y de todo lo demás que se creó por el Corazón del Cielo, llamado Jurakán” La primera manifestación de Jurakán se llama Caculjá Jurakán, el Rayo de una Pierna. La segunda manifestación se llamaba Chipí Caculjá, El Más Pequeño de los Rayos. Y la tercera manifestación se llamaba Raxá Calcujá, Rayo muy Hermoso. Así son tres el Corazón del Cielo”
“El otro que se ensoberbeció fue el hijo segundo de Wukub K´aquix el cual se llamaba Cab Rakán. Viendo esta soberbia, las tres manifestaciones de Jurakán dijeron a Junajpú e Xbalamqué: -“También sea destruído Cab Rakán.” Estaba este meneando y estremeciendo los montes cuando llegaron los dos muchachos y le dijeron: -“Vimos un cerro y como es tan alto no pudimos coger pájaro alguno. Nos podías ayudar derribándolo para que podamos cazar allí muchos pájaros.” –“Lo echaré abajo”, dijo Cab Rakán a este pedido.”
“Pues extiende la mano derecha” , dijo la calavera. Xquic extendió la mano y le vino derecho un chisguete de saliva y mirándose ella la palma no vio cosa alguna. Díjole la calavera: “Esa saliva que te he arrojado es la señal de descendencia que de mi dejo. Anda, sube a la tierra y al mundo, y no morirás.” Esto fue así dispuesto y mandado por la sabiduría de Jurakán, de Chips Caculjá y de Raxá Caculjá, que son el Corazón del cielo.”
“Oh, Tú, Hermosura del Día, Tú, Jurakán, Corazón del Cielo y de la Tierra, Tú, dador de nuestros hijos e hijas, que se aumente y multipliquen tus sustentadores y los que te invocan en el camino de los ríos, en las barrancas, bajo los árboles y los bejucos, que no encuentren desgracia ni infortunio, ni sean engañados, no tropiecen ni caigan, ni sean juzgados por tribunal alguno…”
fjchaín@hotmail.com

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