La cola del perro
Fco. Javier Chaín Revuelta
El Senado de la República de los Estados Unidos Mexicanos, conocido como Senado mexicano, se unió y ratificó su respaldo, el pasado viernes 14 de septiembre de 2007, a una reforma fiscal aprobada, en anterior jornada, por la Cámara de Diputados de la misma República de los Estados Unidos Mexicanos, y muy conocida como Cámara de Diputados o Cámara Baja. La susodicha y ahora ya famosa Reforma Fiscal contempla nuevos impuestos para incrementar la recaudación que dice necesitar un tal calderón, y para, al mismo tiempo, alegan adictos prianistas, combatir la “informalidad”, y además de los dos puntos anteriores, la reforma fiscal contempla y autoriza un alza en los precios de los combustibles a partir del mes de Enero del año 2008 d.c. del calendario romano.
La llamada reforma fiscal que se trata en esta nota, justo es decirlo, contó con el apoyo y todo el respaldo del, sin duda, oficialista Partido de Acción Nacional, conocido como el PAN, y del respaldo de su mejor, también sin duda, socio y fino amigo, el también oficialista Partido Revolucionario Institucional, viejo conocido de los lectores como el PRI. La nota aprovecha esta cita para pedir a los legisladores, ya sean diputados o senadores y que leen (si es que leen) este diario, informen (si son tan amables) a sus miles de “fans” en que sentido fue su particular voto con respecto a estas reformas fiscales; y si fue de acuerdo a un referéndum entre sus representados, o fue de acuerdo a su particular punto de vista o fue cumpliendo un mandato de los jefes de su partido so pena de excomunión.
Cómo el “Gasolinazo” fue llamado en los medios la aprobación, dentro de la reforma fiscal, del polémico aumento del 5.5 % al precio de la gasolina y al diesel, que será aplicado en forma escalonada durante 18 meses. Es decir, dividiendo 5.5 % entre 18 meses, resulta un incremento porcentual mensual del 0.305... %. Algunos congresistas rechazaron dicho aumento argumentando que impactará directamente en la inflación y bolsillo de los mexicanos. Incluso Minerva Hernández, senadora opositora, declaró a viva voz que “ No es hincando el diente de Hacienda al contribuyente cautivo como se fortalece la Nación”.
Al contrario de la senadora Hernández, el presidente de la Comisión de Hacienda, Gustavo Madero, minimizó (pero no negó) el impacto. Sin pudor alegó diciendo que “El Gasolinazo se queda en un incremento limitado y diluido de dos centavos que vencerá el 31 de diciembre de 2011″ En resumen y finalmente el Congreso de la República de los Estados Mexicanos aprobó en el mes de la patria, septiembre de 2007, un aumento al precio de las gasolinas de 2 centavos cada mes durante año y medio.
Los acciones graduales que se realizan para mitigar o reducir los impactos o los dolores hacen recordar las lecciones que algunos afortunados pudieron, alguna memorable mañana, recibir en sus escuelas de parte de aguzados profesores y mentores. Uno de ellos comentaba a sus pequeños discípulos la historia del hombre que amaba mucho a su perro, y al cual, por cuestiones de raza, “pedigree” y costumbre debía mocharle la cola. El hombre que quería tanto a su perro, para no hacerlo sufrir tomó la sabia decisión de cortarle sólo un cachito de cola cada mes para que no impactará o sufriera tanto su amado y siempre fiel perro. fjchain@hotmail.com
Fco. Javier Chaín Revuelta
El Senado de la República de los Estados Unidos Mexicanos, conocido como Senado mexicano, se unió y ratificó su respaldo, el pasado viernes 14 de septiembre de 2007, a una reforma fiscal aprobada, en anterior jornada, por la Cámara de Diputados de la misma República de los Estados Unidos Mexicanos, y muy conocida como Cámara de Diputados o Cámara Baja. La susodicha y ahora ya famosa Reforma Fiscal contempla nuevos impuestos para incrementar la recaudación que dice necesitar un tal calderón, y para, al mismo tiempo, alegan adictos prianistas, combatir la “informalidad”, y además de los dos puntos anteriores, la reforma fiscal contempla y autoriza un alza en los precios de los combustibles a partir del mes de Enero del año 2008 d.c. del calendario romano.
La llamada reforma fiscal que se trata en esta nota, justo es decirlo, contó con el apoyo y todo el respaldo del, sin duda, oficialista Partido de Acción Nacional, conocido como el PAN, y del respaldo de su mejor, también sin duda, socio y fino amigo, el también oficialista Partido Revolucionario Institucional, viejo conocido de los lectores como el PRI. La nota aprovecha esta cita para pedir a los legisladores, ya sean diputados o senadores y que leen (si es que leen) este diario, informen (si son tan amables) a sus miles de “fans” en que sentido fue su particular voto con respecto a estas reformas fiscales; y si fue de acuerdo a un referéndum entre sus representados, o fue de acuerdo a su particular punto de vista o fue cumpliendo un mandato de los jefes de su partido so pena de excomunión.
Cómo el “Gasolinazo” fue llamado en los medios la aprobación, dentro de la reforma fiscal, del polémico aumento del 5.5 % al precio de la gasolina y al diesel, que será aplicado en forma escalonada durante 18 meses. Es decir, dividiendo 5.5 % entre 18 meses, resulta un incremento porcentual mensual del 0.305... %. Algunos congresistas rechazaron dicho aumento argumentando que impactará directamente en la inflación y bolsillo de los mexicanos. Incluso Minerva Hernández, senadora opositora, declaró a viva voz que “ No es hincando el diente de Hacienda al contribuyente cautivo como se fortalece la Nación”.
Al contrario de la senadora Hernández, el presidente de la Comisión de Hacienda, Gustavo Madero, minimizó (pero no negó) el impacto. Sin pudor alegó diciendo que “El Gasolinazo se queda en un incremento limitado y diluido de dos centavos que vencerá el 31 de diciembre de 2011″ En resumen y finalmente el Congreso de la República de los Estados Mexicanos aprobó en el mes de la patria, septiembre de 2007, un aumento al precio de las gasolinas de 2 centavos cada mes durante año y medio.
Los acciones graduales que se realizan para mitigar o reducir los impactos o los dolores hacen recordar las lecciones que algunos afortunados pudieron, alguna memorable mañana, recibir en sus escuelas de parte de aguzados profesores y mentores. Uno de ellos comentaba a sus pequeños discípulos la historia del hombre que amaba mucho a su perro, y al cual, por cuestiones de raza, “pedigree” y costumbre debía mocharle la cola. El hombre que quería tanto a su perro, para no hacerlo sufrir tomó la sabia decisión de cortarle sólo un cachito de cola cada mes para que no impactará o sufriera tanto su amado y siempre fiel perro. fjchain@hotmail.com
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