jueves, 27 de diciembre de 2007

¡Que barbaridad!

¡Que barbaridad!
Francisco Javier Chaín Revuelta

Los proyectos municipales de aceptar donación de una acción y convenir adquisición particular de energía eléctrica para alumbrado público, cuentan con aprobación de la marea roja calderonista y privatizadora de la LXI legislatura de Veracruz. El resto de diputados los consideran anticonstitucionales, violatorios de la Ley Orgánica del Municipio Libre y torceduras legales para beneficio de dos capitalistas. Anuncian apelación.
Analistas de economía política sugieren mejor ahorro y legal camino una sociedad de municipios que adquiera y opere sus propias turbinas hidráulicas y sus propios generadores de energía eléctrica. Así no necesitaría aceptar, ridículamente, una acción limitada, ni disfrazar, ni simular una calidad de propietarios que no tienen ni tendrán.
Los analistas documentan que la empresa Proenermex cuenta con permiso de la Comisión Reguladora de Energía para autoabastecer sólo a dos empresas asociadas, y en caso de asociar alguien más, tendría que ampliar o renovar permiso. También muestran que a pesar de no conocerse aprobación de Legislatura alguna, la empresa Hidrorizaba II, tiene desde el año 2006, dos permisos de la Comisión, para autoabastecer a sus socios, que son los municipios de Veracruz, Espinal, Rafael Delgado y Boca del Río, Veracruz. Y, además, se ha reservado, en dichos permisos, la posible incorporación de otros 36 municipios.
Esta nota cita el resumen de los párrafos anteriores como antecedente para que los habitantes de los municipios cuenten con elementos para emitir juicio propio que participe en la consulta pública que, en su oportunidad, las autoridades están obligadas a realizar entre los habitantes para ayudarse a tomar decisión.
La nota no quiere dejar la oportunidad de comentar la consideración quinta del Dictamen de la Comisión Permanente de Hacienda Municipal de la LXI Legislatura de Veracruz, publicado en la Gaceta Legislativa 19, por ser joya literaria declamatoria. Dice:
“Que, con la central hidroeléctrica ubicada en el municipio de Ixtaczoquitlán, Veracruz, la conversión de la fuerza hidráulica en energía demuestra que es posible tener tarifas de luz justas para los consumidores en los hogares, la industria, el comercio y los servicios, brindando certeza al desarrollo de la región con el suministro eléctrico limpio, confiable y suficiente, condicionante para alentar el dinamismo económico frente al compromiso que se tiene con el medio ambiente, resultado del trabajo y voluntad de los veracruzanos de querer progresar, crear empleos y de que los recursos naturales manejados con responsabilidad y criterio sustentable se conviertan en oportunidad para la población, con la participación corresponsable del gobierno estatal, la Comisión Federal de Electricidad y el sector privado.”
Los dictaminadores ignoran que “la conversión de la fuerza hidráulica en energía” no es posible, porque la fuerza hidráulica ya es energía. Si hubieran escrito “la conversión de la fuerza hidráulica en energía eléctrica” ya es razonable. Convertir energía hidráulica en eléctrica demuestra que se puede transformar la fuerza del agua en fuerza eléctrica, pero eso no demuestra “tarifas de luz justas” ya que las tarifas de luz “justas” nadie las conoce, nadie las ha probado nunca, no han sido descubiertas. Todos los consumidores lo saben, menos los notables diputados dictaminadores. Lo que sigue, comenzando por que la Central “brinda” en lugar de energía eléctrica, “certeza”, es para llorar, y para rezar nada mejor que ese trinitario final. Tres personas distintas: Gobierno estatal, Comisión Federal de Electricidad, Sector Privado, y un sólo Dictamen. ¡Que barbaridad! fjchaín@hotmail.com

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