miércoles, 14 de noviembre de 2007

La pareja aislada

La pareja aislada
Francisco Javier Chaín Revuelta

Se afirma que la familia es un elemento activo que nunca permanece estacionada, sino que pasa de una forma inferior a una forma superior a medida que la sociedad evoluciona de un grado más bajo a otro más alto. Los sistemas de parentesco, por el contrario, son pasivos; sólo después de largos intervalos registran los progresos hechos por la familia y no sufren una modificación radical sino cuando se ha modificado radicalmente la familia. Lo mismo sucede en general con los sistemas políticos, jurídicos, religiosos y filosóficos.
Al paso que la familia sigue viviendo, el sistema de parentesco se vuelve sólido, y mientras el parentesco queda firme por la fuerza de la costumbre, la familia evoluciona. Pero, por el sistema de parentesco legado históricamente, podemos concluir que existió una forma de familia a él correspondiente y hoy extinta, y lo podemos concluir con la misma certidumbre con que se deduce a partir de un hueso todo un esqueleto de animal extinto.
Los sistemas de parentesco y las normas de familia en que cada hijo tenía varios padres y madres difiere del sistema de familia que hoy prevalece. Un hermano y una hermana no pueden ser padre y madre de un mismo hijo; el sistema de parentesco hawaiano presupone una familia en la que, por el contrario, esto es la regla. Tenemos aquí una serie de formas de familia que están en contradicción directa con las admitidas hasta ahora como únicas valederas.
La concepción tradicional no conoce más que la monogamia, al lado (disimulado) de la poligamia del hombre, y, quizá, la poliandria de la mujer (estado de la mujer casada simultáneamente con dos o más hombres). En cambio, el estudio de la historia primitiva nos revela un estado de cosas en que los hombres practican la poligamia y sus mujeres la poliandria y en que, por consiguiente, los hijos de unos y otros se consideran comunes. A su vez, ese mismo estado de cosas pasa por toda una serie de cambios hasta que se resuelve en la monogamia. Estas modificaciones son de tal especie, que la unión conyugal común, ya no comprende sino a la pareja aislada que predomina hoy.
Reconstituyendo retrospectivamente la historia de la familia, L. H. Morgan en su libro “Ancient Society”, Nueva York, 1877, afirma que existió un estadio primitivo en el cual imperaba en el seno de la tribu el comercio sexual promiscuo, de modo que cada mujer pertenecía igualmente a todos los hombres y cada hombre a todas las mujeres. Y en una forma posterior al matrimonio por grupos.
La moralidad en boga evita citar los periodos iniciales en la vida sexual de los humanos. Se pretende ahorrar "vergüenzas" . Así lo hizo Letourneau ("La evolución del matrimonio y de la familia, 1888) arreglando que la promiscuidad sexual completa no es propia sino de las especies más inferiores. Sin embargo hay que señalar que el emparejamiento por largo plazo entre los vertebrados puede ser plenamente explicado por razones fisiológicas; en las aves, por ejemplo, se debe a la necesidad de asistir a la hembra mientras incuba los huevos; los ejemplos de fiel monogamia que se encuentran en las aves no prueban nada respecto al hombre, puesto que éste no desciende precisamente del ave. Y si la estricta monogamia es la cumbre de la virtud, hay que ceder la palma a la tenia solitaria, que en cada uno de sus cincuenta a doscientos anillos posee un aparato sexual masculino y femenino completo, y se pasa la existencia entera cohabitando consigo misma en cada uno de esos anillos reproductores... fjchain@hotmail.com

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