lunes, 12 de noviembre de 2007

Aquí en Familia

Aquí en Familia
Francisco Javier Chaín Revuelta


Esta nota sostiene que toda clasificación es arbitraria. Un arbitrio de tantos es aquel que ordena las épocas en salvajismo, barbarie y civilización. Obedece según los progresos obtenidos en la producción de medios de existencia y al dominio del hombre, casi absoluto, de la producción de alimentos. Es de notar que el desarrollo de la familia opera paralelamente a las fuentes de existencia.

Nadie puede negar que el ser humano sea un animal, y si no desapareció como alimento de las fieras salvajes fue porque tomó por habitación los árboles durante milenios. Quizá fue el tiempo de la formación del lenguaje articulado. Luego con el fuego, aumento a los frutos, nueces y raíces, el pescado y otros animales acuáticos a su alimentación. Los humanos se hicieron independientes del clima y siguiendo cursos de ríos y orillas de mares se extendieron por gran parte de la Tierra, como atestiguan instrumentos de piedra sin pulimentar (paleolíticos) encontrados en todos los continentes. Posteriormente con el arco, la cuerda y la flecha sumó la caza como otra de sus ocupaciones normales e inicia alguna propensión a residencias fijas, a producir vasijas e hilados manuales. Arco y flecha distingue lo salvaje, espada y hierro la barbarie y el arma de fuego la “civilización”

La barbarie introduce la alfarería, domesticación de otros animales, cultivo de plantas. Luego el cultivo de cereales y hortalizas por medio del riego, así como la producción de adobes y piedra para construcción. Un estadio superior del ser humano aparece con la fundición del hierro y el invento de la escritura alfabética (herramienta de la memoria y de la imaginación)

El salvajismo es el período en que predomina la apropiación de los productos que la naturaleza ya da hechos; las producciones artificiales del humano están destinadas a facilitar esa apropiación. La barbarie es el período en que aparecen la ganadería y la agricultura y se aprende a incrementar la producción de la naturaleza por medio del género humano. “La civilización” es el período en que el hombre sigue aprendiendo a elaborar los productos naturales, período de la industria, propiamente dicha, y del arte. ¿Y aquí en familia como se desarrolla el humano?

Morgan, pasó la mayor parte de su vida entre los iroqueses -establecidos aún en el Estado de Nueva York- y fue adoptado por una de sus tribus (la de los senekas), encontró vigente entre ellos un sistema de parentesco en contradicción con sus verdaderos vínculos de familia. Reinaba allí esa especie de matrimonio, fácilmente disoluble por ambas partes, llamado por Morgan "familia sindiásmica". La descendencia de una pareja conyugal de esta especie era patente y reconocida por todo el mundo; ninguna duda podía quedar acerca de a quién debían aplicarse los apelativos de padre, madre, hijo, hija, hermano, hermana. Pero el empleo de estas expresiones estaba en completa contradicción con lo antecedente. El iroqués no sólo llama hijos a hijas a los suyos propios, sino también a los de sus hermanos, que, a su vez, también le llaman a él padre. Por el contrario, llaman sobrinos y sobrinas a los hijos de sus hermanas, los cuales le llaman tío… fjchain@hotmail.com

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