La esfera del porvenir
Francisco Javier Chaín Revuelta
Aparte de recordar que constantes de este país son la brutalidad, tortura, violación de derechos humanos, abuso de poder (Aguas Blancas, Atenco, de nuevo Atenco, Oaxaca, Ascencio, Cacho, etc.) también recordamos las brutalidades y crímenes cometidos contra los mejores y valerosos estudiantes antes, durante y después del 2 de Octubre de 1968.
Pero también, para que no quede sólo roja y muy sangrienta, la nota puede discutir sobre los conceptos utópicos y la manera en la que los supuestos conceptos utópicos se hacían realidad, o al menos estaban camino de realizarse, gracias a los movimientos estudiantiles en Francia, Alemania o México. Una gran influencia generacional y feliz es la que muestra (Geist Utopie) cuan realistas pueden ser los conceptos utópicos, cuan próximos a la acción y cuán próximos a la práctica.
La nota rebatirá (sin dejarse convencer) una de las ideologías más viciadas de la actualidad, a saber, la ideología que deroga, denuncia y ridiculiza las imágenes y los conceptos más decisivos de la sociedad libre como meramente “utópicos” y “sólo” especulativos. Pudiera ser que, precisamente en aquellos aspectos del socialismo que son ridiculizados en la actualidad como utópicos resida la diferencia decisiva, el contraste entre una auténtica sociedad socialista y las sociedades establecidas, incluidas las más avanzadas sociedades industriales. Pienso que hoy estamos siendo testigos de una revuelta contra aspectos e ideas del socialismo que eran tabú, un intento por volver a captar aspectos e imágenes del socialismo reprimidos que están volviendo a la plaza pública de nuevo y que están siendo vivificados y activados por los movimientos sociales y revolucionarios en ascenso.
La consigna de la nota es una de las tantas pintas sobre los muros de México y del Mundo que marcan la esencia del movimiento estudiantil “Seamos realistas, exijamos lo imposible” Está frase marca un punto de inflexión en el desarrollo de las sociedades establecidas, y quizás, no sólo en las sociedades capitalistas. Frente a este hecho, ninguna revalorización de los conceptos marxistas es posible hoy sin referirse a los movimientos de estudiantes. No quiere decir que los estudiantes (reclusos privilegiados) por sí mismos constituyan una fuerza revolucionaria. Lo que el movimiento estudiantil representó no fue la vanguardia de las masas revolucionarias, sino una minoría dirigente, una minoría militante y pensante que articula lo que todavía está inarticulado y reprimido entre la vasta mayoría de la población. Es un movimiento intelectual, y no sólo una vanguardia intelectual, el movimiento estudiantil es algo más que un movimiento aislado; es, más bien, una fuerza social (que volverá, aunque lo tengan enajenado, sometido y mediatizado) capaz quizás de articular y desarrollar las necesidades y aspiraciones de las masas explotadas en los países capitalistas.
El movimiento estudiantil de la segunda parte del siglo XX en varios países iluminó la distancia que separa las ideologías tradicionales de la realidad en la que vivimos actualmente. El movimiento estudiantil reveló la inadecuación de los conceptos tradicionales de la transición del capitalismo al socialismo y la inadecuación del concepto tradicional de socialismo. El movimiento abrió las puertas del porvenir, hizo de las utopías realidades y estableció la imaginación como único poder posible. fjchain@hotmail.com
Francisco Javier Chaín Revuelta
Aparte de recordar que constantes de este país son la brutalidad, tortura, violación de derechos humanos, abuso de poder (Aguas Blancas, Atenco, de nuevo Atenco, Oaxaca, Ascencio, Cacho, etc.) también recordamos las brutalidades y crímenes cometidos contra los mejores y valerosos estudiantes antes, durante y después del 2 de Octubre de 1968.
Pero también, para que no quede sólo roja y muy sangrienta, la nota puede discutir sobre los conceptos utópicos y la manera en la que los supuestos conceptos utópicos se hacían realidad, o al menos estaban camino de realizarse, gracias a los movimientos estudiantiles en Francia, Alemania o México. Una gran influencia generacional y feliz es la que muestra (Geist Utopie) cuan realistas pueden ser los conceptos utópicos, cuan próximos a la acción y cuán próximos a la práctica.
La nota rebatirá (sin dejarse convencer) una de las ideologías más viciadas de la actualidad, a saber, la ideología que deroga, denuncia y ridiculiza las imágenes y los conceptos más decisivos de la sociedad libre como meramente “utópicos” y “sólo” especulativos. Pudiera ser que, precisamente en aquellos aspectos del socialismo que son ridiculizados en la actualidad como utópicos resida la diferencia decisiva, el contraste entre una auténtica sociedad socialista y las sociedades establecidas, incluidas las más avanzadas sociedades industriales. Pienso que hoy estamos siendo testigos de una revuelta contra aspectos e ideas del socialismo que eran tabú, un intento por volver a captar aspectos e imágenes del socialismo reprimidos que están volviendo a la plaza pública de nuevo y que están siendo vivificados y activados por los movimientos sociales y revolucionarios en ascenso.
La consigna de la nota es una de las tantas pintas sobre los muros de México y del Mundo que marcan la esencia del movimiento estudiantil “Seamos realistas, exijamos lo imposible” Está frase marca un punto de inflexión en el desarrollo de las sociedades establecidas, y quizás, no sólo en las sociedades capitalistas. Frente a este hecho, ninguna revalorización de los conceptos marxistas es posible hoy sin referirse a los movimientos de estudiantes. No quiere decir que los estudiantes (reclusos privilegiados) por sí mismos constituyan una fuerza revolucionaria. Lo que el movimiento estudiantil representó no fue la vanguardia de las masas revolucionarias, sino una minoría dirigente, una minoría militante y pensante que articula lo que todavía está inarticulado y reprimido entre la vasta mayoría de la población. Es un movimiento intelectual, y no sólo una vanguardia intelectual, el movimiento estudiantil es algo más que un movimiento aislado; es, más bien, una fuerza social (que volverá, aunque lo tengan enajenado, sometido y mediatizado) capaz quizás de articular y desarrollar las necesidades y aspiraciones de las masas explotadas en los países capitalistas.
El movimiento estudiantil de la segunda parte del siglo XX en varios países iluminó la distancia que separa las ideologías tradicionales de la realidad en la que vivimos actualmente. El movimiento estudiantil reveló la inadecuación de los conceptos tradicionales de la transición del capitalismo al socialismo y la inadecuación del concepto tradicional de socialismo. El movimiento abrió las puertas del porvenir, hizo de las utopías realidades y estableció la imaginación como único poder posible. fjchain@hotmail.com
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